Muy pronto el mundo entero verá el Arca de la Alianza descrita en la Biblia como el contenedor de las Tablas de la Ley que Dios dio a Moisés, de ella se ha especulado mucho, se ha buscado en diversos lugares, se ha investigado… pero son muy pocos los que la han visto. Así lo dio a conocer el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Etiopía, Abuna Paulos, en una entrevista realizada por ADNKRONOS – ( http://www.adnkronos.com/IGN/News/ ) -. El Patriarca se ha reunido con el Papa Benedicto XVI, Abuna Paulos confesó que piensa comentarle al Papa el destino que le depara a la humanidad.
“El Arca de la Alianza – reafirma Pauolos – se encuentra en Etiopía desde hace muchos siglos. Patriarca confiesa que el la ha visto con sus propios ojos y al igual que él sólo unas pocas personas seleccionadas la han visto, hasta el momento.
Este es el anuncio oficial, el arca se encuentra en ETIOPIA, y va a ser revelado su secreto y mostrada al mundo, va a ser la revelación del milenio, así fue dado a conocer en el Hotel Aldrovandi en Roma por el Patriarca, junto con el Príncipe Aklile Berhan Makonnen Haile Selassie, y el duque Amedeo D’Aosta en Roma.
Según algunos estudiosos, el arca fue robada de Jerusalén por el hijo del rey Salomón y llevada a Axum, considerada como la Jerusalén de Etiopía.
Hace unas semanas se dio a conocer en todo el mundo la noticia de que esta habría sido vista por un periodista (no ha sido revelado el nombre de este periodista). Fue, entonces, cuando el Patriarca tomó la decisión de “dar a conocer de una vez por todas al mundo la verdad” enseñar la caja de madera y oro, con las Tablas de la Ley de Dios. El Patriarca ha considerado que ha llegado el momento de cerrar definitivamente este capítulo.
Ya comenzó la cuenta regresiva para que finalmente sea revelado el misterio de la sagrada Arca de la Alianza, capaz, según la leyenda, de liberar ráfagas de luz divina y cuyos rayos pueden incinerar a cualquiera. El viernes en la conferencia de prensa se realizó el anuncio oficial, esto fue posible gracias a la colaboración de Pablo Salerno, colaborador del Príncipe y al periodista Antonio Parisi.
En el Arca, según la tradición judía, se encuentran las tablas de la Ley, es decir, los Diez Mandamientos, entre sus materiales podemos encontrar la madera de acacia, fue construida por Moisés. Por fuera está decorada de oro y estuvo en posesión del pueblo judío hace mucho tiempo: les acompañó en sus vicisitudes, en sus batallas y sus luchas contra los filisteos y se mantuvo en diversos lugares hasta que el Rey David pensó colocarla en la fortaleza en Jerusalén.
Pero fue Salomón, hijo y sucesor de David, el que puso finalmente el Arca en el Templo de Jerusalén, que él mismo había construido. Esta historia se entrelaza con otros acontecimientos históricos y religiosos. De hecho, el Arca desapareció en el 586 aC, con la conquista de Jerusalén por parte de los babilonios y la consiguiente destrucción del Templo de Jerusalén.
El Arca se convierte, desde entonces, en símbolo eternamente perseguido por los hombres es buscada en diversas partes del mundo, desde África hasta el Oriente Medio. La tradición la sitúa en Etiopía en el reino de Axum, después de que Salomón la enviara con su hijo a la Reina de Saba, Allí, se mantuvo protegida a través de los siglos por monjes ortodoxos de la ciudad, en Axum a Lalibela, donde está hasta el día de hoy.
El Arca, que no puede ser visitada por nadie, excepto por un Mónaco de los guardias, se conserva en el complejo de la catedral de Santa María de Sión, y por lo tanto, oculta a todos y es sacada en procesión una vez al año, pero envuelta en un paño.
El Arca ha inflamado la imaginación de los arqueólogos, escritores, y grupos religiosos. De hecho, ha sido buscada, perseguida, codiciada. Los propios masones o los templarios estuvieron cerca de ella. Su revelación será sin duda la mayor del milenio.
