El norteamericano Thomas Steitz aseveró que “gran parte de la industria farmacéutica (Big-Pharma) cerró vitales investigaciones sobre antibióticos porque los antibióticos son medicamentos que curan a la gente“. Thomas Steitz es premio Nobel de Química del año 2009, y realizó la denuncia en España, Madrid, el (viernes) 26 de este mes. Asegurando que los laboratorios farmacéuticos no llevan a cabo investigaciones sobre antibióticos eficientes porque “no quieren que la gente se cure”. Y lo hacen en virtud del beneficio económico. Para Thomas Steitz la industria farmacéutica considera un buen negocio que las enfermedades sean crónicas y requieran medicamentos para “toda la vida”. Steitz, denunció que “la mayoría de los grandes laboratorios y la industria farmacéutica en su conjunto, cerraron sus estudios sobre antibióticos porque los antibióticos curan a las personas”.
El sistema monetario produce este tipo de aberraciones induciendo primero a la aparición de mega-corporaciones corruptas que buscan beneficios económicos por sobre el bienestar de la humanidad. Y segundo, a dejar que las enfermedades sean crónicas porque significan más dinero y producen ganancias “seguras”. Cualquier compañía farmacéutica lo sabe y su incentivo es acumular beneficios financieros, no mejorar la salud.
Steitz no es un “conspirador paranoico”, el científico es Investigador del Instituto Médico Howard Hughes de la Universidad estadounidense de Yale y premio Nobel de Química. Asistió al Congreso Internacional de Cristalográfica (estudio de la estructura ordenada de los átomos en los cristales de la naturaleza), que se realizó en la ciudad de Madrid España.
En cuanto a la tuberculosis, Steitz realizó una intensa investigación que lo llevó a averiguar el funcionamiento mediante el cual podría operar un nuevo antibiótico que combatiría las cepas resistentes a la enfermedad. La tuberculosis diezma principalmente a todo el sur de África.
El prestigioso y reconocido científico dijo en una conferencia de prensa que es necesaria una inversión económica importante para el desarrollo de este medicamento, y que la industria farmacéutica colabore para “avanzar en la investigación”. Steitz declaró que “…es muy complicado para nosotros hallar una compañía farmacéutica o laboratorio que acepte invertir en el desarrollo de este medicamento, trabajando con nosotros. Porque la Industria Farmacéutica (Big Pharma) considera que la venta de antibióticos es un mal negocio, y que empeora en países como Sudáfrica”, “como no les reditúa beneficios económicos prefieren invertir en medicamentos para toda la vida”, continuó.
La persecución del éxito financiero y la falta de escrúpulos han corrompido la ciencia.
Naciones responsables podrían solucionar el problema.
En la actualidad, acorde al Dr. Steitz, la creación de nuevos y efectivos antibióticos son “apenas un sueño, o una lejana esperanza, hasta que alguien se digne a financiar el trabajo”.
El norteamericano Steitz junto a otros científicos europeos, como Enrique Gutiérrez-Puebla y Martín Ripoll (de España), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), realizaron un llamado a la toma de consciencia, por parte de los gobiernos de todas las naciones, para que destinen fondos a la investigación científica. Los expertos informaron que la resistencia bacteriana a los antibióticos hace necesario seguir investigando “indefinidamente”.