Estados Unidos envía tropas a Uganda para despejar terreno a petroleras. El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció la semana pasada el envío de 100 militares a Uganda para combatir contra el llamado Ejército de Resistencia del Señor (LRA, por su sigla en inglés) pero algunos expertos opinan que el objetivo de fondo es despejar el terreno para la construcción de oleoductos entre Sudán del Sur y la costa atlántica del África, escribe hoy el diario Kommersant.
Los efectivos estadounidenses en Uganda y los países vecinos del África Central donde actúa el LRA estarán equipados para el combate y “actuarán como asesores de fuerzas amigas que buscan eliminar (…) a Joseph Kony y otros dirigentes” de la guerrilla, explicó Obama en una carta al Congreso de EEUU.
La Corte Penal Internacional ordenó en 2005 el arresto de Kony y cuatro secuaces suyos acusados de crímenes de guerra. Al LRA le imputan la muerte de decenas de miles de personas desde 1987 y el secuestro de entre 25.000 y 40.000 niños, almas inocentes que Kony, ex sacerdote católico que se proclamó un profeta, dice necesitar para la construcción de un nuevo Estado basado en diez mandamientos bíblicos.
Algunos expertos consideran que el verdadero objetivo de Obama es asegurar las futuras rutas de exportación del crudo desde Sudán del Sur a la costa atlántica de Camerún, para después transportarlo en petroleros a EEUU. Entre un 65% y un 80% del petróleo producido por Sudán previamente a la división en dos Estados provenía de los campos que hoy se encuentran en territorio sursudanés.
Kony y sus guerrilleros, que han realizado numerosas incursiones en Sudán del Sur y últimamente han trasladado algunas bases a su territorio, son el principal obstáculo para el futuro oleoducto transafricano. La ubicación de Joseph Kony es completamente desconocida. El líder fue visto por última vez cruzando la frontera entre Sudán y la República Centroafricana en 2010, según reportes. El ejército estadounidense tiene actualmente cerca de cien oficiales militares entrenando y supervisando al ejército ugandés en operaciones contra Kony.
Más de seis millones de habitantes del Congo han sido asesinados en guerra desde 1996, ampliamente con la complicidad de Estados Unidos. Los regímenes de Paul Kagame en Ruanda y Yoweri Museveni en Uganda han recibido millones de dólares en asistencia militar de Estados Unidos. Desde el aborrecible fracaso de la intervención estadounidense de 1993 en Somalía, Estados Unidos ha usado los ejércitos de Ruanda, Uganda y Etiopía para llevar adelante sus intereses de forma indirecta.