Según astrónomos australianos llevamos 2 mil años celebrando la navidad de Jesucristo en un mes erróneo. Esto, porque los investigadores aseguran que la estrella de Belén, signo astral que llevó a los Reyes Magos al encuentro con el niño Jesús, habría sido una particular conjunción planetaria que se habría dado en el mes de junio.
La mentada estela habría sido una reunión poderosa entre Venus y Júpiter, que por su cercanía se pudieron mostrar tan brillantes como un gran faro que apareció de pronto en el firmamento.
Los astrónomos australianos emplearon complejos programas de computadora para “mapear” la posición exacta de todos los cuerpos celestes en el espacio tal como estos se habrían mostrado en Jerusalén hace más de 2 mil años y demostraron que hace dos mil años ocurrió este espectacular fenómenos celeste.
Basados el evangelio de San Mateo, los expertos ubicaron con exactitud la conjunción planetaria, que apareció en la constelación de Leo el 17 de junio del año II a.C.
Este fenómeno también fue confirmado por la prestigiosa revista Sky and Space, que confirmaron que Venus y Júpiter estuvieron muy cerca en el año II a.C., y que ambos planetas pudieron parecer entonces una gran estrella.
Sin embargo, la publicación no afirma que esta es la estrella de Belén, sino se limita a comprobar el fenómeno. En tanto los descubridores del fenómeno dicen que diciembre es una fecha arbitraria para celebrar Navidad, pero que es perfectamente posible que esto haya sucedido en otro mes
La mentada estela habría sido una reunión poderosa entre Venus y Júpiter, que por su cercanía se pudieron mostrar tan brillantes como un gran faro que apareció de pronto en el firmamento.
Los astrónomos australianos emplearon complejos programas de computadora para “mapear” la posición exacta de todos los cuerpos celestes en el espacio tal como estos se habrían mostrado en Jerusalén hace más de 2 mil años y demostraron que hace dos mil años ocurrió este espectacular fenómenos celeste.
Basados el evangelio de San Mateo, los expertos ubicaron con exactitud la conjunción planetaria, que apareció en la constelación de Leo el 17 de junio del año II a.C.
Este fenómeno también fue confirmado por la prestigiosa revista Sky and Space, que confirmaron que Venus y Júpiter estuvieron muy cerca en el año II a.C., y que ambos planetas pudieron parecer entonces una gran estrella.
Sin embargo, la publicación no afirma que esta es la estrella de Belén, sino se limita a comprobar el fenómeno. En tanto los descubridores del fenómeno dicen que diciembre es una fecha arbitraria para celebrar Navidad, pero que es perfectamente posible que esto haya sucedido en otro mes
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